jueves, 19 de enero de 2012

Cuatro rutas gastronómicas, cuatro descubrimientos...

Mucho que ver y mucho que saborear. En los cuatro destinos que te proponemos disfrutarás la naturaleza y la ciudad, de la frescura de ríos y la inmensidad de océanos y mares... pero también de una gastronomía a la altura de los mejores paladares. ¡Nos vamos a un viaje cinco tenedores!

Costa Verde, Oporto


Te descubrimos un viaje con tintes de aventura y lleno de sabores. Recorremos la Costa Verde Portuguesa, entre los ríos Miño y Duero, donde se originan las viñas que dan lugar al caldo más famoso de la región de Oporto: el vinho verde. Disfruta de su sabor y frescura mientras recorres las riberas y disfrutas del paisaje.


ESTÁ DE MODA...

Entre la inmensidad del océano Atlántico y las escarpadas cumbres portuguesas, un amplio manto de vegetación da nombre a la, aún desconocida, Costa Verde Portuguesa. Más allá del litoral que rodea Oporto, la segunda ciudad en importancia en el país, se extiende , entre los ríos Miño y Duero un paraje apenas explorado por el turismo que hace las delicias de los amantes del vinho verde ligero y algo atrevido en su acidez, este caldo cautiva los paladares más exigentes.
La ruta por la Costa Verde va más allá del tradicional turismo rural; además de descubrir en tu camino la tradición de palacios señoriales y casas solariegas que no se dejan embaucar por la modernización y el progreso, descubrirás el cuidado y el mimo con que se tratan las viñas que dan origen al producto estrella de la región: el vinho verde.
A cada paso de esta ruta, las viñas bordean los caminos limitados por los tradicionales espigueros. Desde su nacimiento a la copa, descubrimos dónde nace un buen caldo portugués.

VISITA OBLIGADA

Afirman quienes han recorrido la región que lo mejor es comenzar desde el interior para, siguiendo el caudal de los ríos, desembocar en el océano Atlántico a la altura de Oporto. En la ciudad, déjate sorprender por la arquitectura y la convivencia de dos estilos: el más tradicional, que soporta la historia de siglos pasados, y las formas más modernas, que se contraponen a las reminiscencias de antaño. Sólo un ejemplo: la Casa de la Música, uno de los grandes proyectos de nuestro siglo, se contrapone con la sobriedad del romanticismo.

LA MEJOR OPCIÓN GASTRONÓMICA

Además de disfrutar de los magníficos paisajes que ofrece Portugal, la ruta por la Costa Verde ofrece una cuidada gastronomía gourmet. Por supuesto, el mejor acompañamiento para cualquier plato que te apetezca descubrir serán los vinhos verdes, en cualquiera de sus variedades, blanco o tinto, aunque el Alvariño es el preferido de quienes ya los han catado.
Para los amantes de la cocina tradicional, cualquier portuense que se precie recomendará el Caldo Verde acompañado de Bacalao a la Gómez Sá y es que ambos platos son originales de la ciudad de los puentes.



Île de Ré

En esta pequeña isla del Atlántico conviven diez pueblos de tradiciones marineras donde, además de degustar deliciosas mariscadas, podrás chuparte los dedos con su chocolate, mermelada casera, aceites o vinos. Un plus para mimarte: ¡visita sus centros de talasoterapia!


 ESTÁ DE MODA
Su localización exclusiva en el Atlántico, al oeste de Francia frente a las costas de La Rochelle, la hace idónea para proporcionar a los visitantes los mejores tratamientos de talasoterapia con las aguas más puras de este océano. Además, su amplia oferta gastronómica, la tranquilidad de sus pueblos y la cálida acogida de sus gentes, convierten a la Île de Ré en un lugar especial para el descanso y el relax.

VISITA OBLIGADA

El Parque Amazonia, entre cascadas y ruinas incas y en un entorno exótico, hará las delicias de toda la familia. Se trata de un parque natural en el que, además de disfrutar de la tranquilidad de una selva tropical, los visitantes estarán en contracto directo con los animales. ¡El plan perfecto para familias con niños!
LA MEJOR OPCIÓN GASTRONÓMICA
Nadie que visite Île de Ré abandona el lugar sin haber disfrutado de un exquisito plato de ostras. Como en cualquier pueblo marinero que se precie, las villas de la Île de Ré ofrecen a sus comensales los mejores mariscos frescos recogidos en las calas de los alrededores. En la costa y con la brisa marina de fondo, tu mejor opción gastronómica será una mariscada acompañada, por supuesto, de un buen vino francés.

 

Costa Amalfitana,



de Nápoles a Capri

¡Todo un lujo para los sentidos! Vive la belleza de uno de los lugares más hermosos de la costa italiana a través de sus pueblos de casas blanquecinas rodeados de abundante vegetación y en contraste con el azul del mar Mediterráneo. Comenzamos en Nápoles para ir descubriendo villas como la de Positano y Ravello. Terminamos nuestra ruta en la lujosa Capri. ¿Los saboreas? Mucho más que pizza y pasta. ¿Te apetece descubrirlos?


ESTÁ DE MODA
Suspendidos sobre el inmenso Mediterráneo se encuentran pueblos italianos donde las verdes terrazas crean preciosos contrastes con el azul del mar y el reluciente blanco de sus casas. En la península de Sorrentino se encuentran lugares tan cautivadores como Positano, Amalfi o Ravello. Más allá, Capri refleja el lujo más exclusivo, hay quien ya lo ha denominado el St. Tropez italiano.
La visita nunca estará completa si no disfrutas de su exquisita gastronomía, la pasta y la pizza al taglio continúan cautivando a los comensales. Para quienes huyen de los platos tradicionales, los productos del mar y los vinos de Costa d'Amalfi y Ravello constituyen la carta de los paladares más sibaritas.

VISITA OBLIGADA...

Levantado verticalmente sobre una escarpada ladera, el pueblo de Positano supone una parada obligada en nuestra ruta gastronómica a lo largo de la costa amalfitana. Sus increíbles vistas sobre el mar y la tranquilidad de sus calles y sus gentes trasladan a los visitantes a uno de los lugares más tranquilos y pintorescos de Italia. Mientras paseas por sus estrechas callejuelas dejándote envolver por los tonos pastel de sus casas, encuentra unos minutos para detenerte a charlar con sus habitantes y, por qué no, a comprar bonitos vestidos ibicencos que acompañar con alpargatas realizadas a mano.

LA MEJOR OPCIÓN GASTRONÓMICA

Aunque no lo parezca, Italia es mucho más que pizza y pasta. De camino por la costa Amalfitana y con el mar de fondo, no es de extrañar que encontremos innumerables restaurantes donde disfrutar de los mejores pescaditos frescos.
Y para acompañar, ¿qué te parece un vino italiano? Desde los viñedos colgantes que decoran el paisaje hasta tu copa; la elaboración artesanal del Costa d'Amalfi y Ravello Bianco es la receta para elaborar uno de los caldos italianos más frescos y suaves.
En el postre, disfruta del fuerte aroma y sabor del café. ¿Una recomendación? El capuccino, es sin duda uno de los más degustados. Y para terminar, ¿te apetece un licor? No tienes más que pedirlo, el tradicional Limoncello podrá la guinda a una cena de lo más italiana.

No pierdas la ocasión de adentrarte en la Gruta de los Santos en el pueblecito de Positano. Además de visitar las ruinas del antiguo monasterio benedictino de los Santos Quirico y Giulitta, fundado en el año 986. La gruta que no debes olvidar visitar está decorada con frescos de estilo bizantino que datan del siglo XII. ¡No pierdas detalle de estas pinturas tan bien conservadas!



  
Disfruta de un Riad en Marrakech!
Déjate seducir por la cocina árabe mientras te alojas en un riad privado. Una escapada intimista, con todos los lujos de los palacios clásicos y sus jardines-paraíso. ¿Para paladares sibaritas? Los tradicionales guisos de carne y vedura de la cocina marroquí, acompañados, cómo no, de té verde.


ESTÁ DE MODA
La puesta de sol en el desierto es una de las más maravillosas vistas que se pueden contemplar en el planeta. En noche cerrada, el cielo estrellado sobre el continente africano compite en belleza con los monumentos más deslumbrantes. Pero Marruecos es mucho más, su gastronomía de sabores tradicionales se vuelve cada vez más creativa y se convierte en uno de sus mayores reclamos. Perderse en los mercadillos callejeros, regatear con sus tenderos y encontrar los tesoros arquitectónicos de esta civilización son sólo algunas de las actividades de las que podrás disfrutar en esta ciudad.

VISITA OBLIGADA...

Las ciudadelas en lo alto de las montañas de Zagora constituyen uno de los mayores conjuntos monumentales más impresionantes de Marruecos. Al sur de la ciudad, se alzan majestuosas una decena de kasbahs que reciben al visitante entre una atmósfera de tranquilidad en uno de los lugares del mundo donde la calma reina más allá de la historia.
El Valle de Dadés o Valle de los Mil Kasbahs es un extraño capricho de la naturaleza en unión con la mano humana: sus paisajes lunares se ven interrumpidos por creaciones arquitectónicas de tradición marroquí construidas con las técnicas de antaño.

LA MEJOR OPCIÓN GASTRONÓMICA

A la hora del almuerzo, los marroquíes suelen hacer una comida bastante completa, el tajine, un guiso de carne y verduras, suele ser su elección más común.
Pero quizás el plato más conocido, y también valorado en su gastronomía, es el Couscous. Además de sémola, también puede cocinarse con carne y verduras. El pollo y el cordero son las estrellas de la cocina marroquí, acompañados de limón o de las archí conocidas especias orientales. Sus sabores cautivan los paladares del resto del mundo.
Suerte y que disfruten mucho!
Belén María Bloksa

http://www.telva.com/2008/06/17/viajesgrandesviajes/1213703211.html



 

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