Las ocho mentiras más grandes
sobre la comida sana
Las maravillas del marketing y los
gurús de la comida sana nos han hecho creer que ciertos alimentos hacen milagros
en el cuerpo humano: adelgazan, queman grasas, nos quitan el hambre o,
inclusive, nos hacen más felices. Sin embargo, la mayoría de los mitos sobre la
alimentación saludable son absolutamente falsos. Estas son las ocho mentiras más
grandes que nos han contado sobre el tema.
1.Los alimentos integrales
adelgazan
Muchos creen que “integral” es lo
mismo que “dietético”. Grave error. Las harinas y cereales integrales cuentan
con prácticamente las mismas calorías que los productos refinados. Sí se podrá
decir que son más sanos por su alto contenido en minerales y fibras, y que
ayudan a eliminar toxinas con más facilidad. Pero de ninguna manera
adelgazan.
2. Las ensaladas de los fast food
son la “opción saludable”
Nunca falta el que entra en
McDonald´s y, en vez de pedir una hamburguesa como Dios manda, elige la ensalada
porque es la “opción sana”. Una reciente investigación privada sobre las
ensaladas que se venden en los locales de comida rápida determinó que estos
productos están excedidos de sal y grasas. El ejemplo es lapidario: un Big Mac
tiene 540 calorías y 1,040 miligramos de sal; mientras que una ensalada completa
con pollo y aderezo cuenta con 530 calorías y 1,260 mg de sal. O sea que el Big
Mac es más sano; o menos dañino. Y más rico.
3. Los productos 0% grasa son
sanos
Es muy común que uno se sienta
habilitado para devorar sin culpas toda clase de alimentos “0% grasa” (fat free
en inglés). Mucha gente los consume porque piensa que, mágicamente, perderá
peso. El problema es que, al quitar la grasa, gran parte del sabor original de
estos productos es removido, lo cual obliga a los fabricantes a agregar azúcar y
toda clase de químicos de origen dudoso. Por eso, los alimentos 0% grasa pueden
ser peores que los comunes.
4. Las galletitas son mejores que
el pan
Más mitos que se derrumban. Y una
buena noticia para los amantes incondicionales del pan: las galletitas tienen
muchas más calorías (420 en 100 gramos) que el pan (280 en 100 gramos) y también
más grasa. Así que terminemos con eso de andar haciendo migas con las
insoportables galletas de agua y pidámosle al mozo otra panera.
5. Los limones aportan vitamina C
y no tienen azúcar
Es cierto que los limones aportan
vitamina C, pero también es verdad que otras frutas tienen las mismas
propiedades y son deliciosas. Tomen nota: un kilo de frutillas tiene más
Vitamina C que un kilo de limones y, aunque no lo crean, tiene menos azúcar. Por
eso, basta ya de sacrificarse tomando jugo de limón para evitar gripes y
resfríos, creyendo que eso nos hará todopoderosos. Las frutillas cuentan con las
mismas propiedades vitamínicas y son definitivamente más ricas.
6. Las barritas de cereal hacen
bien
En los últimos años se multiplicó
la variedad de barritas de cereal en los quioscos. Muchos deportistas las
consumen como complemento proteico. Lo que no todos saben es que estos cereales,
mezclados con frutas y chocolate, pueden tener hasta el doble de azúcar que
algunas golosinas convencionales. Hay que estar atento.
7. Las espinacas dan fuerza
Popeye sacaba unos músculos
tremendos cada vez que comía su lata de espinacas. Y es cierto que esta verdura
tiene hierro, pero no tanto como las lentejas, el hígado de cerdo o los
berberechos. Además, las espinacas tienen sustancias laxantes y quelantes que
hacen más difícil la absorción del hierro por parte del cuerpo
humano.
8. Las zanahorias agudizan la
visión
Comer zanahorias cual Bugs Bunny
no nos salvará de usar lentes si realmente tenemos problemas de visión. Los
betacarotenos que contiene esta verdura son precursores de la vitamina A,
imprescindible para la fabricación del pigmento rodopsina, que mejora la agudeza
visual en ambientes con malas condiciones de luz. Es decir: no por comer
zanahorias vamos a tener la vista de un lince; a lo sumo veremos un poquitito
mejor si está oscuro.